Short Story: Y que no pare el corazón (SPANISH)
- Francisco Coronel Mejías

- Jul 11, 2020
- 1 min read
Updated: Apr 4, 2024
Abro los ojos, y veo una luz.
La luz de una vela.
Estoy celebrando mis setenta años junto a mis hijos. Junto a los hijos de mis hijos.
Y lloro.
Lloro de alegría porque logré vivir.
Padecía distrofia muscular, enfermedad que aparece a corta edad y debilita progresivamente los músculos. De haber vivido en épocas pasadas, ya a los doce años difícilmente hubiera podido seguir caminando.
En muchos casos esta enfermedad afecta el corazón, lo cual termina en infarto, y en una muerte temprana...
Sin embargo, estoy aquí.
Gracias a los avances tecnológicos en medicina, fue posible encontrar un tratamiento capaz de curar por completo, y a tiempo, mi afección.
Lloro porque vivo. ¡Vivo!
Esto fue lo que siempre soñé...
Abro los ojos, y veo una luz.
¿La luz de una vela?
No. La luz de un cuarto de hospital.
Solo deliraba...
Tengo diecisiete, y estoy muriendo.



Comments